Suenan los clarines del “Alcántara”
Primero, deben ir sus nombres. Primero, deben ir los nombres de aquellos que montaban caballos tordos, lucían una coca roja en la bocamanga izquierda y elevaban al aire un clarín dorado cuyo timbre cruzaba el cielo del Rif.
Primero, deben ir sus nombres: Rafael Cantalejo Sánchez, Ángel García Domínguez, Manuel González Úbeda, Gaspar Hernández Vieco, Amadeo Infantes Torralba, Ramón Pallarols Mongay, Juan Quiroga Gallego, José Ruiz González, Antonio Sánchez Fernández, Julio Sauceda Olmos, Ángel Torcal Núñez, Miguel Torner Barrachina, Fernando Vega García, Joaquín López Carrillo, Joaquín Romero Pavón, Gregorio Castilla Moraga, Fernando Álvarez de Castro. Ellos son los trompetas del Regimiento de Cazadores de Alcántara, 14 de Caballería, cuyos clarines se oían desde Igueriben a Monte Arruit.
A las cuatro de la mañana del 23 de julio de 1921, todos los clarines tocan diana floreada. Si para muchos es el día de la ira, para el Regimiento “Alcántara” es el día de la gloria. Los jinetes se levantan ayudados por los trompetas del Regimiento, cuya música adornada requiebra firme por los valles del Rif ese amanecer, recordando cuánto han combatido y animando en lo que les queda por combatir.
A las seis de la mañana, el teniente coronel Fernando Primo de Rivera recibe la orden de que el “Alcántara” salga a proteger la evacuación de las posiciones próximas, Cheif y Karra Midar. Se oyen los clarines del 5º Escuadrón, de Ángel García Domínguez, de Julio Sauceda Olmos, de Ángel Torcal Núñez, que montan caballos tordos, cuyo blancor reluce al amanecer. Suenan los clarines; y el 5º Escuadrón sale a realizar la descubierta para asegurarse de que en los alrededores no acecha el enemigo. Suenan los clarines del “Alcántara”; y se oye el batir de cascos por la tierra, el rozar de los atalajes y el chocar leve de aceros en el galope.
A las siete de la mañana, vuelven a oírse los clarines del “Alcántara”. Empiezan las acciones. El 5º Escuadrón y una sección del 4º salen para proteger el repliegue de las guarniciones de Ain Kert y Ababda. Allí se producen, con órdenes lanzadas al viento por el cornetín, varias cargas contra un numerosísimo grupo de enemigos. El 3er Escuadrón y parte del 1º se dirigen a Midar; y Primo de Rivera, con el 2º Escuadrón, una sección del 1º y otra del 4º, más el Escuadrón de Ametralladoras, van hacia Cheif, donde no pararán las cargas y el teniente coronel ganará la Laureada. Ahí seguirán los clarines sonando desde Dar Drius a Batel.
Desde Uestia los convoyes reciben disparos. Los cazadores del “Alcántara” oyen las descargas y Primo de Rivera ordena tocar al galope. Suenan los clarines. Cuando llegan al convoy, al toque de carguen, sable en mano el “Alcántara” carga con la fuerza de sus monturas dispersando al enemigo. Suenan los clarines y el resto del convoy puede llegar a Batel.
Camino de la gloria
Van camino del río Igan, van camino de la gloria, y el intenso fuego enemigo obliga al 2º Escuadrón, al 4º y al Escuadrón de Ametralladoras a combatir a pie. Al llegar a Dar Azugaj, el enemigo empieza a disparar a discreción sobre el “Alcántara”. El teniente Carrasco pierde su caballo de un balazo y él recibe dos impactos de rebote. Al ver pasar un caballo sin jinete, lo llama y el caballo obedece a la nueva mano que lo manda. Siguen sonando los clarines; ya no son el mismo número, aunque son la misma alma.
Pero primero, antes que nada, en este artículo van a ir sus nombres; unos nombres que rara vez, venteando sonidos de clarín al aire, han sido escritos en poemas ni en novelas viviendo aventuras de guerra.
Primero, van a ir sus nombres. Son los trompetas del “Alcántara”:
- Rafael Cantalejo Sánchez, muerto en combate.
- Ángel García Domínguez, muerto en combate.
- Manuel González Úbeda, muerto en combate.
- Gaspar Hernández Vieco, muerto en combate.
- Amadeo Infantes Torralba, muerto en combate.
- Ramón Pallarols Mongay, muerto en combate.
- Juan Quiroga Gallego, muerto en combate.
- José Ruiz González, muerto en combate.
- Antonio Sánchez Fernández, muerto en combate.
- Julio Sauceda Olmos, muerto en combate.
- Ángel Torcal Núñez, muerto en combate.
- Miguel Torner Barrachina, muerto en combate.
- Fernando Vega García, muerto en combate.
- Joaquín López Carrillo, muerto en combate.
- Joaquín Romero Pavón, herido, muerto en cautividad el 17 de diciembre de 1921.
- Gregorio Castilla Moraga, herido, muerto en el hospital de Melilla el 4 de noviembre de 1921.
- Fernando Álvarez de Castro, herido, superviviente.
No podemos dejar de citar aquí a otro trompeta, el soldado de la 1ª Compañía del 1er Batallón del Regimiento “Ceriñola”, Salvador Sancho Ponce, que era el cornetín de órdenes del jefe del “Alcántara”, coronel Francisco Manellas, que en aquellos momentos se encontraba en Annual como jefe de la circunscripción. El soldado Salvador Sancho relata cómo fue alcanzado el coronel de un balazo y cómo cubrió con un capote su cuerpo. Nadie más cerca que su cornetín de órdenes.
Pero primero, recordemos sus nombres; porque dicen que todavía se oye por el valle del río Igan, al amanecer de cada 23 de julio, el sonido agudo y vibrante de los 17 clarines del “Alcántara”.
Nunca lo olvidéis, recordad sus nombres.