ENTREVISTA A… ENRIQUE CEREZO

«Llevaré siempre conmigo este reconocimiento»

Texto: Felipe Pulido / Paracuellos de Jarama (Madrid)

Fotos: Sdo. Iván Jiménez (DECET)

Enrique Cerezo (Madrid, 1948) cuenta con una productora líder del sector cinematográfico en España y, desde hace 20 años, es presidente del Atlético de Madrid. Desde el 23 de febrero, comparte los colores de la afición rojiblanca con la boina negra de la Brigada “Almogávares” VI de Paracaidistas, al ser nombrado Caballero Almogávar Paracaidista de Honor. Deporte y milicia fusionan sus valores —como dice el himno del club— en una lucha como hermanos, defendiendo sus colores, en un juego noble y sano, que derrocha coraje y corazón.

¿Qué significa para usted la distinción que le hace el Ejército al nombrarle Caballero Almogávar Paracaidista de Honor? 

Que la Brigada Paracaidista me haga este reconocimiento es un honor, algo muy bueno, de corazón. Lo llevaré siempre conmigo como un distintivo importante. 

Tuvo la oportunidad de hacer el servicio militar… ¿Qué recuerdos guarda de entonces? 

Lo hice en el Ejército de Tierra. Fui voluntario y guardo un buen recuerdo de aquella etapa. Una curiosidad es que me tocó cubrir el recorrido de la comitiva en la calle Mayor cuando se proclamó en las Cortes al entonces Rey D. Juan Carlos, el 22 de noviembre de 1975. 

Más tarde la vida le marcó otros destinos. ¿Qué supone presidir uno de los clubes con mayor afición del mundo? 

Es una gran satisfacción, un gran honor y, sobre todo, una cosa muy bonita que te puede pasar en la vida. Es una de las mejores cosas que me han ocurrido. 

En 2023 se cumplen 20 años de su designación como presidente del club. ¿Con qué momento de todo lo vivido se quedaría? 

El Atlético de Madrid tiene una gran historia. Yo he vivido una parte de ella y siempre el mejor momento es cuando se gana algún título. Hemos tenido la suerte de que hemos conseguido muchos a lo largo de esta historia; unos estando yo como presidente y otros como vicepresidente o aficionado. Esos son los grandes momentos que se guardan de un equipo, cuando se llega a lo más alto deportivamente. 

¿Cuál ha sido la decisión más difícil que ha tenido que tomar? 

Hay decisiones muy difíciles. Una de ellas fue tener que cambiar del Estadio Vicente Calderón al Metropolitano. También contratar a un jugador o dejar de hacerlo. Pero, al final, los buenos momentos superan a los malos, y yo creo que el Atlético de Madrid siempre tiene grandes alegrías para todos los aficionados. 

¿Dónde nace el núcleo de unión entre Enrique Cerezo y el Atlético de Madrid? 

Yo era amigo de Vicente Calderón padre. Me pidió ser su vicepresidente cuando iba a presentarse a las elecciones del club. Empezamos a hacer la campaña, con la mala fortuna de que falleció unos meses antes de los comicios. Su hijo y otras personas decidimos presentarnos con otra candidatura que, finalmente, no fue la elegida. Al mes de tomar posesión, Jesús Gil me llamó y me pidió ser su vicepresidente. Le dije que sí y hasta hoy. 

Este año se cumplen 120 años de vida de la entidad colchonera… ¿En qué momento está el Atlético de Madrid en la actualidad? 

Se encuentra en un momento magnífico. Tenemos un nuevo estadio que genera muchos negocios, una plantilla estupenda y un buen entrenador, que lleva con nosotros 11 años. Todas las temporadas tenemos una consigna, que es quedar entre los tres primeros para hacer un buen papel en la Champions League y, también, en la Copa del Rey. Este año no hemos podido salir bien en la Champions, pero en la Copa del Rey hemos llegado a cuartos de final, y esperamos estar entre los tres primeros en la Liga. 

¿Cómo se compagina ser presidente del club con su labor como productor de cine? 

Trabajando mucho y dedicando muchas horas. En mi catálogo figuran cerca de 8.000 títulos, entre ellos gran parte del cine español desde los años cuarenta hasta la fecha, y también de otros países. 

Entre todos ellos, ¿alguno le ha marcado de manera especial? 

Al final todos tienen algo. Puede haber unas películas que sean más importantes que otras, pero para mí cualquiera del catálogo es importante, porque todas tienen algo que contar y algo que decirnos. 

¿Cómo se encuentra el cine actualmente? 

Antes los equipos de filmación eran más reducidos y ahora son grandísimos. La historia del cine se marca por etapas y yo creo que me tocó vivir como espectador una de las mejores, que es la que se desarrolla desde los años cincuenta hasta los ochenta o noventa. Ahora estamos en un período totalmente diferente en cuestión de guiones y de actores. Como anécdota, yo antes me conocía a todos los actores que había en el mundo del cine, y hoy en día esto no es así. 

Se define como un amante de la calidad del cine y apuesta por la restauración de este arte… 

Estamos haciendo un gran esfuerzo, sobre todo técnico. Las películas, en general, no han estado muy bien conservadas. Si no se cuidan y no se mantienen a una temperatura y unas condiciones determinadas, se van degradando. Nosotros estamos recuperando esa imagen y la calidad hasta igualarla a la que tenía el día en que se estrenó. 

¿Qué supone representar a otros compañeros como presidente de la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales? 

Esta entidad tiene un papel muy importante, no solo en España sino en todo el mundo. Especialmente, está muy enraizada con América Latina, donde organizamos los Premios Platino. En nuestro país, otorgamos los Premios Cinematográficos “José María Forqué”.  

Cuaderno de bitácora

La Legión conmemora 65 años del Combate de Edchera, entre el valor heroico y el triste recuerdo
de una emboscada que permaneció imborrable en la memoria de los que sobrevivieron

Felipe Pulido / Madrid 

Amanece el 13 de enero de 1958. La XIII Bandera de la Legión parte de El Aaiún rumbo a Edchera. La tensión entre España y Marruecos vive momentos álgidos y el Ejército español teme un ataque a sus provincias africanas en el Sáhara e Ifni. Lo que pretendió ser una misión de reconocimiento se convirtió en una emboscada que tiñó de sangre aquel lunes negro. En total, cerca de medio centenar de fallecidos y una acción heroica que llevó a la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando al brigada Fadrique y al caballero legionario Maderal, la más preciada condecoración militar, que no se ha repetido desde entonces. 

65 años más tarde, la Brigada “Rey Alfonso XIII” II de la Legión ha vuelto a conmemorar, como es habitual, el aniversario del Combate de Edchera y el Día del Antiguo Caballero Legionario, durante un acto celebrado el 15 de enero en la base “Álvarez de Sotomayor”, en Viator (Almería). 

El Jefe de Estado Mayor del Ejército, general de ejército Amador Enseñat, presidió el acto central, protagonizado por una parada militar en la que participaron los guiones de todas las unidades legionarias y el de la Hermandad Nacional de Antiguos Caballeros Legionarios. También estuvieron presentes los del Regimiento de Transmisiones nº 21 y la XIII Bandera, puesto que ambas unidades intervinieron en el Combate de Edchera. 

Al mando de la formación estuvo el jefe de la Bandera de Cuartel General, teniente coronel Fernández, y se contó con la participación del Tercio “Don Juan de Austria” 3º de la Legión, el Tercio “Alejandro Farnesio” 4º de la Legión, el Grupo de Caballería Ligero Acorazado “Reyes Católicos” II, el Grupo de Artillería de Campaña II, la Bandera de Zapadores II, el Grupo Logístico II, la XIX Bandera de Operaciones Especiales “Caballero Legionario Maderal Oleaga” y la Bandera de Cuartel General, con Unidad de Música y Banda de Guerra. 

Por su parte, el coronel Gomáriz pronunció unas palabras a todos los asistentes, como jefe accidental de la Brigada, al encontrarse el general Melchor Marín al mando del contingente español en la operación “Libre Hidalgo”, al sur de Líbano. 

La conmemoración del Combate de Edchera se realiza cada año junto al Día del Antiguo Caballero Legionario, por lo que se invita a participar en los actos programados a la Hermandad Nacional, a todas las que dependen de ella y a otras relacionadas con la Legión. 

El encuentro sirve de unión entre los que estuvieron y los que actualmente mantienen su servicio en las filas legionarias. 

Y si se puede extraer algo positivo de aquel cuaderno de bitácora que dejó el 13 de enero de 1958 es el espíritu de compañerismo, recogido en el Credo Legionario: Con el sagrado juramento de no abandonar jamás a un hombre en el campo hasta perecer todos. 

 El RECUERDO DE EDCHERA 

En 2023, 65 años más tarde de la ofensiva de Edchera, muy pocos pueden contar en primera persona lo que allí ocurrió, pero la huella de aquello ha permanecido imborrable en sus recuerdos a pesar del paso de los años. 

«No se me puede olvidar nunca», recalca Antonio Jurado, que estuvo presente en el trascurso de los acontecimientos cuando era un joven soldado de la XIII Bandera desplegado en el Sáhara. 

«Nos avisaron el día anterior. Recuerdo que era muy temprano cuando nos enviaron rumbo a Edchera para realizar un reconocimiento», relata en primera persona. Él iba integrado al final de la columna cuando se produjo la emboscada. «Recibimos los primeros disparos desde retaguardia y vi cómo mis compañeros más cercanos perecían», lamenta. 

Las bajas se sucedían, ante la imposibilidad de frenar al enemigo, incluido el capitán Jáuregui, jefe de la 1ª Compañía. «Avanzó sin escapatoria, y se sucedieron cientos de disparos sobre el lugar en el que se encontraba», explica el veterano legionario. 

Cuando se ordena el repliegue, el brigada Fadrique pide a sus hombres que se dirijan por el cauce del río y él permanece en el lugar, con fusil ametrallador en mano, junto al caballero legionario Maderal Oleaga, para proteger el movimiento de sus compañeros. 

«Tuvimos que recoger a los muertos y heridos y transportarlos en varios camiones. Era imposible contabilizarlos», relata con la misma emoción de sentir cada imagen en vivo. 

Entre las víctimas estaban el brigada Fadrique y el caballero legionario Maderal, a quienes se reconoció con la más alta distinción militar. En el Combate, desapareció también el cabo 1º Fernández-Mayorala, sin que nunca se encontrara el cadáver.

«En mi cuerpo permanece aún la metralla de una explosión que me alcanzó la cabeza y los brazos, pero el mayor recuerdo se mantiene imborrable en mi memoria», concluye este legionario que vivió para contarlo.

Blog oficial del Ejército de Tierra